Fútbol y Covid-19: ¿qué pasará con los contratos de los jugadores?

Antonio Quintero, abogado en Derecho Internacional del Deporte, detalló para El Diario la situación contractual de los jugadores con los equipos y opinó sobre las medidas que tomó la FIFA. También habló sobre el fútbol venezolano

Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95

Calendarios aplazados, partidos a puerta cerrada, futbolistas en aislamiento preventivo, finanzas comprometidas en los equipos y conflictos jurídicos son algunas consecuencias que ha provocado la pandemia del coronavirus de Wuhan en el mundo del fútbol.
Con la suspensión de las actividades futbolísticas en la mayoría de los países, es evidente que la temporada actual no finalizará en la fecha prevista. Solamente en Bielorrusia, Nicaragua, Burundi y Tayikistán se está jugando a nivel profesional, a puerta cerrada, aunque eso tiene que ver con la postura de sus respectivos jefes de Estado.
Con el propósito de afrontar las consecuencias jurídicas surgidas por el Covd-19, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) acordó hace días una serie de directrices, las cuales espera que se apliquen en todo el mundo.

“Aunque esta iniciativa no vaya a resolver todos los problemas, debería servir para aportar cierta estabilidad y claridad al fútbol en el futuro próximo. Antes de eso, si hay una cuestión que todos deben tener clara, especialmente en estos momentos, es que la salud es lo primero, mucho antes que el fútbol”, indica Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en un comunicado.
Antonio Quintero, abogado en Derecho Internacional del Deporte, explica en exclusiva para El Diario que las decisiones unilaterales del organismo rector del balompié mundial se toman de acuerdo a lo que dicte la ley de cada país. 
“La FIFA ha recomendado diferimientos, lo que significa que el club no tiene por qué seguir la recomendación. Si no hay algo que lo regule, cada medida debe ser tomada con buena fe, tiene que ser proporcional y estar apoyada por el contexto. Es decir, debes haber intentado negociar antes de hacerlo”, detalla el especialista.
Entre las medidas de la FIFA, destaca la extensión de contratos de los jugadores hasta que realmente culmine la temporada, y no para este verano. Por ende, aquellos acuerdos contractuales cuyo inicio estaba previsto para el principio de la próxima campaña quedarán vigentes cuando comience la misma.
“Renovar y volver a firmar a un futbolista lleva hacia la misma conclusión de un nuevo contrato. Ahora, si la nueva temporada y la vieja temporada se solapan, el jugador deberá quedarse con el club anterior hasta que termine la actual”, aclara Quintero.
Respecto a los contratos de empleo que no se puedan cumplir, debido al impacto financiero causado por la pandemia, el organismo con sede en Zúrich (Suiza) recomienda a equipos y jugadores que colaboren para llegar a un acuerdo y encontrar soluciones, como la posibilidad de aplazamientos o reducciones de salarios.
Si las partes no llegan a ningún acuerdo, la FIFA examinará la existencia de un intento genuino de parte del club para negociar con los jugadores, la situación económica del mismo, la proporcionalidad de las adaptaciones a los contratos, los ingresos netos de los futbolistas después de adaptar los contratos y el trato igualitario a los involucrados. 
En el caso de España, se aplicó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), en el cual un equipo suspende de manera temporal los contratos de trabajo cuando este presenta problemas financieros.
“El acceso a la justicia está garantizado, siempre. El que actué de mala fe durante la pandemia o se aproveche de la situación, al menos en fútbol, tendrá problemas. Por eso, para no correr riesgos de que, incluso, una situación que fue de buena fe le vaya a parecer a un juez que fue de mala fe, lo mejor es negociar y evitarse el problema”, afirma el abogado.
Mercado de pases
En relación a los periodos de inscripción, la FIFA será flexible: permitirá la extensión de los plazos de transferencias de jugadores para que puedan efectuarse entre el final de la temporada actual y el comienzo de la siguiente, a fin de que los resultados deportivos se ejecuten de forma equitativa.
Antes de la propagación del Covid-19 los equipos estaban estables, sin necesidad de vender la ficha de sus jugadores. Ahora se presume que las ganancias van a caer. Los patrocinantes y la televisión no pagarán lo mismo, según Quintero, puesto que les toca enfrentar los daños económicos que sufrieron. 
“Esto hará que muchos clubes tengan menos dinero para invertir, entren en números rojos y necesiten vender jugadores que antes no venderían. También habrá mayor oferta en el mercado y una baja en la demanda, ergo, los precios bajarán. Es lo que se observa, por ahora”, agrega.
Estima que la vigencia y los montos de los contratos podrían cambiar. Asimismo, pronostica que se rebajará la ficha de los futbolistas para el próximo mercado, puesto que aquellos equipos que estaban dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por varios jugadores ya no reportarán el mismo capital obtenido.
Los agentes o representantes de futbolistas juegan un papel importante en esta coyuntura, considera el abogado, especialmente en las negociaciones. “Pueden negociar telefónicamente, y es lo que hemos visto hacer. Las reglas son adaptables a cada situación”, añade.
El especialista también toca el tema del denominado fair play financiero, protocolo por el cual lo equipos que participan en torneos organizados por la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) no pueden gastar más de lo que generan. Se busca evitar excesivos endeudamientos y vigilar las inyecciones de capital.
“El fair play financiero es una especie de tope en lo que puedes gastar en salario de jugadores y en transferencia de jugadores. Ese tope depende de cuánto ganes: ganas menos, puedes gastar menos. Pero ahora el mercado va a bajar los precios, así que el que ganó menos dinero también necesitará gastar menos. No descarto que la UEFA haga algún ajuste, pero tampoco veo que vaya a hacer un gran ajuste”, dice.
Fondo de emergencia
Infantino anunció la creación de un fondo de emergencia para las 211 federaciones miembro, con una estructura de gobierno independiente, con el objetivo de combatir la crisis que está golpeando al deporte rey. En tanto, se adelantará una serie de pagos correspondientes al segundo semestre de 2020.
“Estamos trabajando en un fondo de emergencia. Tenemos una situación financiera muy sólida, pero nuestras reservas no son de la FIFA, es un dinero del fútbol y nuestro deber es ayudar. Trabajamos en la respuesta más apropiada. Lo haremos con responsabilidad y transparencia”, afirmó el jerarca.
Si una entidad deportiva se declara en bancarrota o desaparece, independientemente de las demandas, los futbolistas tendrán la posibilidad de acceder al fondo que estableció la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) para cobrar su salario, esclarece Quintero.
“Al declararse en quiebra se entra en concurso de acreedores, donde primero cobran los que tengan privilegio de los bienes que el club tenga. Los empleados son siempre los primeros en cobrar. Cobran hasta que haya bienes”, complementa.
Situación del Futve
En las redes sociales se publicó una reforma de la Liga de Fútbol Profesional de Venezuela en la que se propuso la aplicación de un tope salarial, a fin de “garantizar el funcionamiento deportivo” y una “estabilidad económica” en las próximas tres campañas.
En la misiva, con fecha del 31 de marzo, se establece una escala salarial con varios tipos de sueldo —tanto para jugadores como técnicos— y una redistribución de ingresos para aquellos equipos que participen en torneos internacionales.
“Para empezar, ese documento no está firmado. No sabemos quién lo hizo y nadie salió a reconocerlo de forma oficial, ni jugadores, ni el sindicato ni los equipos. No podemos confiarnos. El mismo será legal si jugadores y clubes lo aceptan. Unilateralmente no es válido”, advierte Antonio Quintero.
El ERTE, que está diseñado para proteger las finanzas de una empresa, no se aplica en el país debido a que no forma parte de la legislación venezolana. En este sentido, se acude a la Inspectoría del Trabajo, en la que, por un asunto de fuerza mayor, se podría suspender el contrato por 60 días, explica el abogado.
“De acuerdo a la ley venezolana, el club puede suspender el salario por dos meses y que lo pague la seguridad social. Si la seguridad social no lo paga completo, el club deberá pagar lo restante. Tampoco puedes despedir a un jugador en Venezuela, está expresamente prohibido”, argumenta.
Cuando cese la pandemia, lo primero que se debe hacer es finiquitar o anular las competencias en curso, luego definir el inicio de la siguiente temporada y establecer algún tipo de acuerdo, enfatiza Quintero. “Negociar es la única certeza. Lo demás es un riesgo que hoy es difícil calcular”, concluye.

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