Vinotinto y Arepas: la obra de un británico que se enamoró de Venezuela
Jordan Florit contó en exclusiva para El Diario los motivos por los que decidió escribir un libro acerca de cómo el fútbol se ha convertido en una religión para los venezolanos | Foto: @TheFalseLibero
Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramiez95
El fútbol es un reflejo de la sociedad, permite conocer la cultura de un país. Es una herramienta antropológica muy poderosa. Da esperanza y salvación. Es una buena forma de adentrarse en la mentalidad de las personas, como si fuera una religión, considera Jordan Florit, autor de Red Wine and Arepas: How football is becoming Venezuela’s religion (Vinotinto y Arepas: cómo el fútbol se ha convertido en la religión de Venezuela).
El libro no es un cuento sobre la historia del balompié venezolano ni colecciona informes y estadísticas de los partidos, aclara el periodista británico. Más bien se trata del papel que protagoniza esta disciplina en los hábitos, el comportamiento y la mentalidad de los ciudadanos que hacen vida en el país.
“Hemos visto aumentar la importancia del fútbol en la cultura venezolana en paralelo con las actuaciones de la Vinotinto, en contraste con la política, el petróleo o la crisis económica de esta nación. Quería ofrecer otra forma de aprender sobre Venezuela”, expresa Florit en exclusiva para El Diario.
Red Wine and Arepas está compuesto por 524 páginas, con 33 capítulos y 32 fotos a color en una placa fotográfica de 16 hojas. Se incluyen más de 100 entrevistas a jugadores y exjugadores de la Vinotinto; dirigentes y propietarios de clubes; periodistas, fanáticos y personas relacionadas con el balompié nacional.
La historia del fútbol criollo no fue lo que produjo el interés del joven escritor por Venezuela, sino la ausencia de la misma. Bastó que la Vinotinto sub-20 finalizara subcampeona del mundo en 2017, luego de perder 1-0 la final ante Inglaterra, para que Florit terminara de involucrarse en lo que representa el deporte rey para el país.
“En el libro reseño sobre los partidos de la Liga Futve; la diáspora futbolística venezolana, su pasado, presente y futuro; y lo más importante: las historias personales de los involucrados en el juego. Al reunir todos estos elementos individuales, escribí un libro de deportes que pudiera informar y educar a las personas sobre esta nación”, explica.
El autor espera que su obra tenga visibilidad en la sección de viajes, política y cultura de una librería o biblioteca, como lo es en deportes. La versión en inglés está disponible para ordenar en TinyURL por 20 libras esterlinas (28 dólares). El costo por el envío fuera de Europa es de 5 libras esterlinas (7 dólares).
Se han vendido aproximadamente 300 copias del texto. El envío hacia Venezuela está temporalmente pausado debido a la pandemia por covid-19, indica Florit. Antes de Navidad saldrá en eBook, mientras que la versión en español será publicada para enero de 2021, tanto en digital como en físico.
Sentimiento por Venezuela
Jordan Florit recuerda su viaje a Venezuela en octubre de 2019. En un proyecto aparte de Red Wine and Arepas, viajó desde Madrid hasta Caracas con seis maletas que contenían material deportivo, el cual estaba destinado para academias, equipos y niños venezolanos que practican fútbol en Venezuela.
Sin embargo, las autoridades del Seniat le retuvieron su equipaje en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía y le pidieron 5.000 dólares en impuestos. Gracias a la unión de la comunidad futbolística venezolana, el joven comunicador pudo recuperar las maletas y así cumplir con su cometido.
La amabilidad de las personas y la belleza de las mujeres, así como la música latina y el clima del país, son algunos de los factores por los que el joven británico se sintió a gusto de haber conocido el territorio venezolano.
“Hay mucha gente que hace todo lo posible para mejorar el fútbol venezolano. También hay personas que tienen malas intenciones. Muchos profesionales (jugadores, gerentes y directivos) me lo dijeron en persona; pero muchos de ellos no participan en esto y son injustamente criticados, porque la gente asume que ellos son corruptos”, afirma con determinación.
Hace énfasis en que la corrupción es un mal que no solo se ve en Venezuela, sino también en Reino Unido. “Tenemos una corrupción evidente en el fútbol y la política aquí, en Inglaterra, pero no es tan evidente. Lo hablo extensamente en el libro”, agrega.
Opinión sobre el Futve
Ante la incertidumbre sobre el inicio del balompié nacional, Florit cree que la Liga Futve debería ser independiente, es decir, separarse de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF). “Eso debería ser un hecho”, dice sin titubeos.
El profesional de la comunicación tuvo la oportunidad de conocer varias ciudades del país, como: Caracas, Maracay, Barinas, Mérida y San Cristóbal. Cuenta que hubo seis clubes que lo recibieron con los brazos abiertos. Estos son los aspectos que destaca de cada uno:
Atlético Venezuela: su ambición y el trabajo de sus directivos
Caracas FC: el profesionalismo, la infraestructura, la planificación y el desarrollo de sus categorías inferiores
Aragua FC: el apoyo que recibe de sus patrocinadores y la gestión de Kike García como director técnico
Zamora FC: su modelo de desarrollo y organización
Deportivo Táchira: las instalaciones de su complejo, el desarrollo de las categorías formativas y su tradición
Experiencia con los fanáticos
Cada persona defiende sus creencias o ideales a través del sentido de pertenencia, sostiene el periodista originario del sur de Londres. Según su criterio, el fútbol, la cultura, la música, la comida y las tradiciones son elementos por los cuales un venezolano debería sentirse orgulloso.
“Es muy fácil decir que la gente no está orgullosa de Venezuela, pero eso es demasiado simplista porque un país no está definido por una sola cosa. Hay muchas expresiones de identidad nacional. Venezuela es un país ardiente de pasión y deseo. La gente es muy espontánea e inteligente”, opina.
Mientras estuvo en Venezuela, Florit se codeó con dos tipos de fanáticos: el casual, que tiene una visión más romántica hacia el fútbol europeo por la calidad y el nivel del producto; y el institucional, el cual se siente más identificado por el balompié nacional y sus raíces.
“Lo que verdaderamente une a estos dos tipos de fanáticos en Venezuela es la Vinotinto. El fútbol venezolano es como su esposa, con quien están casados y aman porque han estado con ellos durante muchos años, pero eso no los emociona; mientras que el fútbol europeo es su amante, a quien acuden para entretenerse por su atractivo. Uso esta analogía para explicárselo a la gente en Inglaterra”, confiesa.
En su obra demuestra la admiración que tiene por la cultura de los hinchas. Compara las barras venezolanas con las colombianas, debido a que tienen algunas similitudes.
“Pete Watson, un académico que escribió su doctorado sobre fútbol colombiano, describió una barra como un grupo organizado de fanáticos de un equipo de fútbol. En el transcurso de su tesis, Watson hizo referencia a las barras 19 veces, demostrando que estaban bien estructuradas, a menudo formadas por fanáticos que se sentían marginados por la sociedad y de comunidades problemáticas. Cuando estuve a 50 millas de la frontera con Colombia, sentí que la investigación de Watson era aplicable con la Avalancha Sur (barra del Deportivo Táchira)”, dice.
El periodista británico comenta que le encantaría regresar a Venezuela. Si fuera un país seguro le gustaría pasar un largo período de tiempo, o inclusive vivir allí. Asegura que solo escribiría otro libro sobre el país si tuviera una historia que contar, que lo motive y lo inspire a seguir adentrándose en la cultura del venezolano.
“Escribí Red Wine and Arepas porque siento que el mundo de habla inglesa tiene mucho que aprender sobre Venezuela, y creo que el fútbol es una excelente manera de contar eso. El fútbol en sí también tiene muchas curiosidades e historias interesantes. Si soy bienvenido, volveré”, concluye con optimismo.
Las arepas y el color vinotinto son dos elementos que congenian en la idiosincrasia de los venezolanos. Más allá de que su aventura en el país inició de manera desafortunada y solo duró unas semanas, Jordan Florit pudo comprobar, a través de su obra, que el fútbol se ha convertido en una religión para Venezuela.