El legado de Flor Isava, la dama del olimpismo venezolano

La exdirigente falleció este 25 de julio a los 99 años de edad en Caracas. Fue la primera mujer en formar parte del Comité Olímpico Internacional | Foto: @FVTenis

Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95

El olimpismo venezolano se encuentra de luto debido a la partida física de Flor Isava Fonseca, la promoción de la mujer en la dirigencia deportiva mundial. Como atleta fue campeona nacional de deportes ecuestres y como dirigente fue la primera mujer integrante del Comité Olímpico Internacional (COI).

Flor Isava falleció este 25 de julio a los 99 años de edad en Caracas. Numerosas entidades, personalidades y periodistas que forman parte del gremio deportivo se pronunciaron en las redes sociales para mostrar sus condolencias y recalcar el legado que dejó la dama del olimpismo venezolano. 

Doña Isava Fonseca nació el 20 de mayo de 1921 en Caracas. Hija de dos filántropos, desde muy joven se involucró en causas relacionadas con el bienestar social de quienes la rodeaban, tal como reseña su biografía. Desde pequeña estuvo influenciada por la cultura europea. 

Aunque se dedicó al ballet, la pintura, el piano y a sus estudios de historia y literatura, el deporte se convirtió en su verdadera pasión. Estudió en Bélgica e Inglaterra, donde practicó hockey y equitación.


Tras educarse en Europa, regresó a Venezuela a finales de 1939 y se dedicó de lleno a su carrera deportiva: practicó tenis, natación —disciplina en la que llegó a ser capitana de la selección nacional— y equitación, siendo esta última la que más destacó, pues clasificó para los Juegos Olímpicos de Berlín 1956.

A raíz de su preocupación por mejorar la organización deportiva en el país, en 1947 fundó la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres (FVDE). Posteriormente creó la Copa Confraternidad de Amazonas, que llevó a toda la región el Suramericano de Salto Ecuestre, con ediciones en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, y Brasil.

En 1965 se incorporó a la Junta Directiva del COV. Su carrera deportiva como amazona finalizó en 1966, a causa de una fractura de fémur que la condenó a diez años de inactividad debido a una osteomielitis. En 1972 fue exaltada al Salón de la Fama de Venezuela, junto con Alfonso Carrasquel y Julio Bustamante.

A los 48 años de edad comenzó a incursionar en otra disciplina deportiva: el golf. En 1975 obtuvo el subcampeonato nacional de dobles de damas y el subcampeonato nacional de dobles mixtos, y en 1976 el campeonato nacional de dobles de damas.

Rompiendo barreras

En 1981, junto con la finlandesa Pirjo Haggman, Flor Isava se convirtió en la primera mujer miembro del COI, el selecto grupo que elige las sedes olímpicas y aprueba los programas de competencia y reformas a la Carta Olímpica. Era la primera vez que una mujer era distinguida con tan alto rango en la historia del máximo organismo olímpico, que hasta entonces dominado por los hombres. 

No obstante, a raíz del escándalo de Salt Lake City, Häggman renunció a su posición en 1999. Se descubrió que su esposo había trabajado como consultor de la candidatura de la ciudad para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, en cuya elección participó ella.

“Las mujeres solo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas”, solía decir el barón Pierre De Coubertin, creador de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna.

Flor Isava siguió rompiendo barreras. En 1990 se convirtió en la primera mujer de la historia en servir para la Junta Directiva del Comité Ejecutivo del COI, en el que permaneció un periodo hasta 1994. Asimismo, fue Comisionada Nacional para el Deporte Nacional por el fallecido ex presidente Carlos Andrés Pérez. 

En 1991 creó la Fundación Flor Isava, dedicada a impulsar el deporte en los barrios y pueblos de Venezuela. En una oportunidad, cuando estaba visitando uno de sus clubes deportivos familiares en Ciudad Bolívar, le llegó un papelito que decía: “Nosotros queremos conocerte, somos los presos de la cárcel”.


La dama del olimpismo venezolano atendió al llamado de los reclusos y fundó los clubes deportivos en las cárceles, lo que ella consideró como el logro más importante de su trayectoria como dirigente deportivo.

En 1992 fundó la Biblioteca Flor Isava del COV, a la que donó su extensa colección de textos deportivos. El organismo venezolano también creó la Orden Flor Isava Fonseca, que se entrega anualmente a los atletas, dirigentes, entrenadores o periodistas deportivos destacados.


La venezolana recibió al menos 37 condecoraciones en vida, entre las que destacan la Orden del Libertador, Orden Diego de Losada, Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa, Condecoración al Mérito Civil de España, Mérito del Trabajo, del Mérito al Deporte del Ejército y la Orden Olímpica del COI.

En 2016 fue reconocida en conjunto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el COI, cuando la designaron imagen de la campaña “Una victoria lleva a la otra”, dedicada a promover la igualdad de género en el deporte a través de la formación para el liderazgo de aquellas jóvenes que se criaron en ambientes desfavorecidos.


Flor Isava es una leyenda del olimpismo venezolano. Hasta el momento de su muerte fue Miembro COI Honorario. La magnitud de su legado va más allá de su aporte para la inclusión de la mujer en la dirigencia deportiva. Su labor marcó un antes y un después en la historia del máximo organismo olímpico.

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