5 hechos que estremecieron al deporte venezolano en 2019
Así como se consiguieron hazañas que en años anteriores eran difíciles de imaginar, también hubo momentos en los que el deporte nacional estuvo salpicado por la polémica
Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95
Las hojas del calendario llegaron a su fin. La nostalgia y los recuerdos invaden la mente del venezolano porque, como diría la famosa canción de Néstor Zavarce, “el año viejo se va y la alegría del año nuevo viene ya”.
Fueron 12 meses inolvidables para Venezuela en cuanto a materia deportiva. Así como se consiguieron hazañas que en años anteriores eran difíciles de imaginar, también hubo momentos que estremecieron al deporte nacional.
Es por eso que, para esta ocasión, en El Diario hicimos un recuento de cinco hechos en los que, de alguna u otra forma, cualquier disciplina del país se vio perjudicada en 2019:
Emergencia eléctrica
Mientras la nación estaba inmersa en la oscuridad en el mes de marzo, a causa de un apagón nacional, la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y la Liga Futve ordenaron que se llevara a cabo la séptima jornada del Torneo Apertura 2019, en la que Zulia Fútbol Club y Caracas Fútbol Club se negaron a jugar por falta del suministro eléctrico.
Cuando sonó el pitazo inicial en el estadio “Pachencho” Romero de Maracaibo, en lugar de jugar, los futbolistas de ambos combinados permanecieron inmóviles en el rectángulo verde como medida de protesta.
“El estado Zulia ha sufrido mucho, no tiene la culpa de todo lo que ha sucedido. Hay días en los que uno ni come bien ni descansa bien. Nos ha tocado a todos. Por eso uno valora lo que hace cada compañero en cancha y nos sentimos orgullosos de todo lo que hemos logrado contra esta situación. Es para admirar”, expresó para El Diario Daniel Rivillo, jugador del Zulia FC, luego de convertirse en el primer conjunto venezolano en alcanzar los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
Como consecuencia, el Consejo de Honor de la FVF multó con 360.000 bolívares a los dos clubes y el 0-0 quedó sin efecto, no se asignaron los puntos. También sancionó individualmente a Leo Morales y Rubert Quijada, capitanes del Zulia FC y del Caracas FC, respectivamente, con 30.000 bolívares y un encuentro de suspensión.
Independientemente de que la emergencia eléctrica se mantuvo por varias semanas, el resto de los elencos tuvieron que cumplir con la agenda impuesta por la FVF y la Liga Futve. En la fecha 11 de aquel Apertura, Estudiantes de Caracas jugó sin luz ni agua en los camerinos en casa de Academia Puerto Cabello, en Carabobo.
Dani De Oliveira, entonces entrenador de Estudiantes, denunció en las redes sociales que, aparte del calor y la humedad del recinto, el tamaño del camerino no permitía el ingreso de toda la plantilla. Además, los futbolistas tuvieron que usar las duchas de la piscina de un hotel en Puerto Cabello.
Caracas FC, que a la postre se tituló campeón absoluto del balompié nacional, vivió un hecho parecido en la misma jornada: se encontró con un camerino a oscuras y sin agua, por lo que tuvo que alistarse en el pasillo adyacente a los vestidores del Estadio José Antonio Anzoátegui.
Crisis en la LVBP
La campaña pasada de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) finalizó con sabor agridulce. Tras la muerte de José Castillo y Luis Valbuena en un accidente de tránsito en diciembre, Cardenales de Lara se tituló ante Leones del Caracas mientras el país atravesaba una situación de protestas antigubernamentales. De hecho, la organización melenuda había solicitado que se suspendiera el segundo juego de la serie, que al final terminó disputándose.
A raíz de la crisis política y social del país, la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe ordenó el cambio de sede de la edición número 61 de la Serie del Caribe, que estaba prevista para celebrarse en Barquisimeto, estado Lara. El torneo terminó organizándose en Panamá, donde el elenco anfitrión se consagró campeón.
No conforme con eso, la LVBP se encontró en grandes aprietos para esta temporada, como si le hubieran llenado las bases en el noveno inning. Luego de conocerse los cambios previstos para la contienda en la Convención Anual, hubo presiones del oficialismo en cuanto a la organización del calendario.
A finales de agosto, la MLB cortó relaciones con la LVBP para adherirse a las sanciones financieras que impuso el presidente estadounidense Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro, que, a través de la empresa estatal Pdvsa, volvería a fungir como el principal patrocinante de la pelota criolla.
Por consiguiente, aquellos beisbolistas, técnicos y scouts que forman parte de Las Mayores y clubes afiliados en Las Menores tenían prohibido hacer vida en la pelota criolla, sin importar su nacionalidad.
Las ocho divisas que conforman el circuito invernal decidieron dejar de contar con el patrocinio de Pdvsa, con el objetivo de reincorporarse al Winter League Agreement (Acuerdo Invernal entre los equipos del Caribe con la oficina del Comisionado de las Grandes Ligas).
Por ende, una resolución de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) dio el visto bueno para que aquellos beisbolistas que pertenecen al sistema de Grandes Ligas y sus filiales tuvieran la posibilidad de hacer vida en la pelota rentada de Venezuela.
Águilas del Zulia, Bravos de Margarita, Cardenales de Lara, Caribes de Anzoátegui, Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira recibieron la licencia de la OFAC, a excepción de Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua, que son organizaciones vinculadas con gobernaciones y alcaldías del oficialismo.
Y es que el documento emitido emitido por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el cual tiene vigencia hasta el 30 de noviembre de 2020, especifica que ninguna transacción entre una entidad o persona natural de EE. UU. y la pelota rentada de Venezuela puede incluir a cualquier trabajador que esté relacionado con Maduro.
A dos meses de haber iniciado el campeonato, se espera un pronunciamiento oficial de la MLB y así se establezcan las condiciones para que jugadores, técnicos, trainers y scouts vinculados a las Grandes Ligas y sus filiales vuelvan a formar parte de la LVBP, como ha sido costumbre históricamente.
Polémica en la Vinotinto
Luego de dos años sin escuchar las notas del “Gloria al Bravo Pueblo” en territorio venezolano, la Vinotinto volvió a sentir el calor de su afición en Caracas a mediados de octubre. Sin embargo, la controversia se hizo costumbre dentro de la selección, al menos en el aspecto extradeportivo.
Todo empezó a finales de marzo, cuando el seleccionador nacional, Rafael Dudamel, quiso dejar su cargo a la orden cuando Venezuela derrotó 3-1 a su similar de Argentina en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. La reacción del director técnico se debió a que, según sus palabras, se politizó la visita a los vestuarios de Antonio Ecarri Bolívar, representante especial para España del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, a los vestidores de la selección, antes de disputarse el choque amistoso.
Dudamel explicó en la zona mixta del estadio que Ecarri Bolívar saludó a los futbolistas bajo la condición de que no se divulgarían fotos o videos del encuentro, acuerdo que no fue cumplido: “Hubo un irrespeto y una politización de parte del representante de Guaidó en España, quien se acercó a visitarnos. Nosotros amablemente le atendimos, respetuosamente le tratamos, con el acuerdo de que si había una foto o video era para consumo interno porque estaba saludando a los futbolistas. Eso lo politizaron y no lo podemos permitir”.
Las palabras del ex portero causaron suspicacia en las redes sociales, puesto que Pedro Infante, ministro de Nicolás Maduro y presidente del Instituto Nacional de Deportes, es uno de los vicepresidentes de la FVF. Este hecho es ilegal, en vista de que los estatutos de la FIFA tienen prohibido que la política intervenga en asuntos federativos.
Además, la FVF ratificó por cuatro años a la empresa Givova como la encargada de proveer los uniformes de la selección nacional. Esto sin olvidar que la Vinotinto jugó ese mes un amistoso ante Cataluña, en Girona, con camisetas improvisadas, ya que las oficiales nunca llegaron.
Después del partido que protagonizaron Venezuela y Colombia a mediados de septiembre en el Estadio Raymond James de Tampa, Estados Unidos, la prensa venezolana que viajó para cubrir las incidencias del conjunto venezolano denunció que los futbolistas de la Vinotinto no asistieron a la zona mixta del estadio para dar declaraciones, tal y como se acostumbra en todos los cotejos de fecha FIFA.
La FVF anunció en un comunicado que el desplante a los medios en el Raymond James no fue causado por ningún representante del organismo ni de su gerencia de comunicaciones y relaciones públicas, sino por el cuerpo técnico que dirige al cuadro absoluto.
“Lo ocurrido obedeció a una decisión emanada de quienes dirigen directamente a la Selección Vinotinto de Mayores (...). Escapan de nuestra esfera situaciones como la presentada la noche del martes (10 de septiembre), que son de exclusiva responsabilidad de quienes manejan de manera directa la Selección Nacional”, se lee en la misiva expuesta por la FVF.
La Vinotinto, a través de su departamento de prensa, informó que la ausencia de los jugadores en la zona mixta del recinto fue producto de problemas logísticos. Aclaró que el sitio que estaba destinado para atender a la prensa especializada no estaba en el lugar estipulado.
“El camerino del combinado nacional se encontraba a 20 metros del autobús, mientras que la zona mixta estaba al lado contrario del mismo y a unos 200 metros de distancia, cerca del camerino del equipo rival. Cabe destacar que, habitualmente, la zona mixta siempre está ubicada camino al transporte para ambos conjuntos”, comunicó el elenco venezolano.
Asimismo, se dio a conocer de manera extraoficial que la empresa Givova no entregó los uniformes vinotinto que iba a lucir la representación de Venezuela en Tampa. De hecho, el equipo disputó el cotejo con el uniforme alternativo: el blanco.
Otro problema que afectó a la Vinotinto en 2019 fue la renuncia de Josef Martínez. El delantero del Atlanta United anunció a finales de septiembre que se rehusaría a defender la camiseta del cuadro nacional mientras Dudamel se mantenga como director técnico.
El delantero del Atlanta United manifestó en un escrito que la relación profesional con la selección se ha deteriorado con el estratega venezolano, de quien, según sus palabras, no recibe un trato acorde, siendo la Copa América 2019 el certamen en el que más se vio afectado en el aspecto emocional y deportivo, pues la pasó “realmente mal”.
“He visto y vivido episodios que no comparto. Los sufrí y dejé pasar por mucho tiempo, pero ha llegado el momento de no aceptarlas más (estas situaciones). Por lo tanto, preferiría que el actual seleccionador nacional no me convoque más mientras él esté en el cargo. Además, mi salud emocional me lo demanda”, argumentó el valenciano.
Cuando todo parecía que había regresado la normalidad, a mediados de diciembre, medios brasileños informaron que Dudamel sería anunciado en enero de 2020 como nuevo director técnico del Atlético Mineiro, situación que, a día de hoy, todavía no ha sido confirmado y que mantiene en suspenso el porvenir de la selección tricolor de cara a las Eliminatorias Mundialistas de Catar 2022.
Debacle en los Panamericanos
Con una delegación conformada por más de 280 atletas, Venezuela conquistó 43 medallas —9 de oro, 15 de plata y 19 de bronce— en los Juegos Panamericanos 2019 y finalizó en el puesto número 12 del medallero de la justa deportiva, que se desarrolló en Lima, Perú.
Si solo se toman en cuenta los metales dorados, el país tuvo su quinta mejor actuación en unos Panamericanos. No obstante, al quedar fuera del top 10 del medallero, se trata de su peor participación histórica en 44 años. Su presentación más discreta fue en la edición de México 1975, donde quedó decimotercera.
Mientras Pedro Infante, ministro de Juventud y Deportes, mencionaba en las redes sociales a Nicolás Maduro para celebrar los logros de la “Generación de Oro” en los Juegos, los mismos atletas reclamaron la falta de apoyo de parte de las autoridades deportivas.
Un ejemplo de esta situación apunta a los nadadores Paola Pérez y Diego Vera, quienes no contaron con el traje especial de neopreno para protegerse de las bajas temperaturas en la competencia de aguas abiertas, y aún así completaron el recorrido en sus respectivas finales.
Pérez, quien sufrió de hipotermia en la fría Laguna de Bujama y venía de colgarse la presea de plata en Toronto 2015, finalizó en el puesto número 11 de la prueba femenina de 10 kilómetros. Su temperatura corporal estaba en 30 grados, cuando los valores normales deberían ser de 37.
“Estaba consciente de que la delegación no tiene ni equipo médico. Yo sentía cómo en un microsegundo veía en mi cabeza toda mi vida pasar. A pesar de que tenía hipotermia, pensaba mucho en por qué dedicar mi vida al deporte terminó siendo un riesgo. Solo quería quedar entre las primeras para demostrar a las autoridades deportivas, a quienes no les importamos, que en las aguas abiertas todavía hay talento y se puede hacer algo”, afirmó la nadadora tachirense en exclusiva para El Diario.
Tras conquistar su cuarto oro panamericano, el esgrimista Rubén Limardo reconoció a los medios de comunicación que cubrieron el evento que también llegó a pasar penurias en cuanto a su preparación y a la obtención de recursos.
“Si yo, que soy campeón olímpico, sufro mucho con la preparación y los recursos, ¿qué puede esperar el resto? Estos eventos se dan cada cuatro años y no se puede improvisar. No es posible lo que pasó con Paola Pérez. No es justo que los atletas venezolanos pasemos por estas cosas”, dijo.
El esgrimista de 34 años de edad estimó que se pueden obtener grandes conquistas con una buena planificación, a pesar de la situación que atraviesa el país. También reveló que varios atletas le han escrito para pedirle apoyo, pero no ha podido ayudarlos porque se encuentra en la misma situación que ellos.
“Es hora de que se quiten las manos de los ojos y vean lo que está pasando, porque el deporte no merece esto. Es momento de que siga avanzando y siga proyectándose más allá de la situación. Queremos que el deporte siga buscando triunfos (...). Es momento de que haya un cambio para bien”, concluyó.
Asesinato en la carretera
Viajar en carretera se ha convertido en un desafío para la vida de cualquier venezolano. De un balazo en el pecho fue asesinado Brayhan Navarro, categoría 2010 de la escuela Mineros de Guayana, mientras regresaba de un torneo vacacional con sus padres en la carretera El Tigre-Puerto Ordaz, luego de que el equipo obtuviera el subcampeonato del torneo que se celebró en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui.
Unos delincuentes interceptaron la camioneta de la familia Navarro en la vía de Los Pinos para robarla. Sin mediar palabras, accionaron una ráfaga de proyectiles y uno de ellos alcanzó a Brayhan, quien un día previo al asesinato, el domingo 11 de agosto, había soplado las velas de su cumpleaños número 9.
“No dieron voz de alto, simplemente accionaron las armas contra nosotros. Mi reacción fue retroceder para intentar evitar los disparos. Pude escapar, pero unos minutos después es que me doy cuenta que le habían dado (un disparo) a Brayhan”, declaró Richard Navarro, padre del futbolista infantil, en exclusiva para El Diario.
Pero Navarro no fue la única víctima del hampa en las carreteras venezolanas. El 14 de marzo de 2019, el basquetbolista Douglas Chiquito fue asesinado de varios disparos delante de su esposa e hija mientras se desplazaba en su vehículo por el sector El Mecocal, en la carretera Falcón-Zulia.
Al percatarse de que estaba siendo perseguido, el basquetbolista se bajó del auto con su hija en brazos y los antisociales le dispararon, según la versión policial que reseñaron varios medios. El Cicpc mantiene la hipótesis de que se trató de un sicariato, puesto que los delincuentes arremetieron directamente para matarlo y no robaron ninguna pertenencia.
Chiquito, de 33 años de edad, se desempeñaba en la posición de base. Formó parte de varios quintetos de la Liga Profesional de Baloncesto, como Gaiteros del Zulia, Guaros de Lara, Marinos de Anzoátegui y Guaiqueríes de Margarita.
Asimismo, de un disparo en la cabeza fue asesinado el futbolista Gerardo “Gato” Mendoza el jueves 18 de julio en Valera, estado Trujillo, por unos “robacarros” en el barrio Los Sin Techos.
Los malhechores establecieron un complot con el fin de robar la camioneta del mediocampista, de acuerdo con la División de Homicidios de Trujillo. Dos adolescentes citaron bajo engaño a Mendoza a un domicilio del sector, con la excusa de mantener un encuentro sexual, mientras su vehículo era hurtado. El futbolista se resistió al robo y fue asesinado.
El jugador de 30 años de edad militaba en Yaracuyanos Fútbol Club, de la segunda división. También formó parte de Trujillanos Fútbol Club, con el que conquistó la Copa Venezuela 2010 y el Torneo Apertura 2014, y Portuguesa Fútbol Club.
Todos estos hechos demuestran que el deporte venezolano estuvo convulsionado y salpicado por la polémica. Se espera que para el año 2020 no se repitan este tipo de situaciones, que, al final de cuentas, terminan afectando el bienestar de cualquier disciplina que se practica en el país.