El deporte menor se reinventa durante la cuarentena en Venezuela
Cuatro instructores deportivos fueron consultados por El Diario para explicar de qué manera imparten sus clases a los niños en tiempos de Covid-19, mientras los problemas con la energía eléctrica, la poca señal o la falta de Internet se presentan como obstáculos
Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95
Venezuela permanece en estado de alarma desde el mes de marzo debido a la pandemia por Covid-19, causando la prohibición de cualquier evento cultural y el cierre de espacios públicos. El deporte menor no se escapa de esta situación, y es que a los niños les toca entrenar desde sus hogares para mantener la actividad física y el ritmo competitivo.
Por Manuel Alejandro Ramírez | @manuramirez95
Venezuela permanece en estado de alarma desde el mes de marzo debido a la pandemia por Covid-19, causando la prohibición de cualquier evento cultural y el cierre de espacios públicos. El deporte menor no se escapa de esta situación, y es que a los niños les toca entrenar desde sus hogares para mantener la actividad física y el ritmo competitivo.
La mayoría de las escuelas, academias o instituciones deportivas se han visto en la obligación de cerrar sus puertas, mientras que otras buscan innovar y superar los contratiempos en el camino. Los instructores se apoyan en la tecnología, haciendo uso de las plataformas digitales, para poder impartir sus clases durante el aislamiento preventivo.
Ramzi Souki, fundador y director de Futuros Vinotinto, considera que si bien la cuarentena es un obstáculo, es a su vez una oportunidad de reinventarse y crecer ante la adversidad. Entender que en los momentos de crisis la mejor opción es desarrollar más habilidades, capacidades y talento para cumplir con la filosofía de esta academia de fútbol: “Primero formamos personas y luego jugadores”.
“Para hacer ejemplo de esa filosofía tenemos que superar los momentos que nos ponen a prueba. Aprovechamos la tecnología para impartir los entrenamientos a casa. Los entrenadores envían los trabajos bien detallados, especificados y ejemplificados, con videos e imágenes; además de estar a la orden para que haya un feedback”, declara Souki en exclusiva para El Diario.
Explica que Futuros Vinotinto hace equipo con cada representante, de manera que este grabe con un teléfono al jugador y esté pendiente de que se cumplan las actividades que son asignadas para cada entrenamiento o dinámica.
“Esto genera un vínculo muy especial en la familia, porque nos dimos cuenta de que más allá de un entrenamiento de fútbol, esto se convirtió en oxígeno para los hogares. Las familias disfrutan cuando están haciendo los entrenamientos con sus chicos y se desconectan de todas esas cosas que pueden atentar contra nuestra tranquilidad”, opina.
Las prácticas son integrales, detalla, como si los niños estuvieran en cancha. A pesar de las diferencias en cuanto a la condición social del grupo, todos los jugadores reciben su respectivo estiramiento, desde las sub-16 hasta la sub-19. Empiezan con la entrada en calor y luego con la parte técnica de fundamentos para trabajar con la pelota.
“El material de trabajo lo ejemplificamos con muchas cosas que cualquiera pueda tener en la casa. Tenemos chamos que no tienen balón, pero les decimos que eso no es lo más importante. Hay muchas alternativas, por ejemplo, hacer pelotas de papel periódico y forrarlas con tirro. Lo mismo pasa con los conos, les ponemos ejemplos con botellas de agua. Independientemente de los recursos que tengan al alcance, igual pueden hacer los trabajos”, dice.
Después de todo el entrenamiento de fundamento, los instructores desafían a los jugadores con retos, todos vinculados al fútbol o al ejercicio, aclara, para invitarlo a evolucionar e insistir en lograrlos. Posteriormente, los muchachos cierran con la entrada en calor, para soltar la musculatura con entrenamientos acordes a cada categoría.
“Nosotros les mandamos las correcciones dependiendo de la necesidad, ya sea con un simple ejemplo o los ajustes técnicos que ya nuestros jugadores manejan, es decir, con el discurso del entrenador en cuanto a la corrección técnica. Eso nunca va a parar”, afirma Souki.
Evaluar el desempeño de los entrenamientos es la parte más complicada, confiesa. Debido a los inconvenientes que se presentan con las conexiones, no reciben todos los videos que los niños o los representantes les envían. También buscan alternativas con la aplicación Zoom, para tener una interacción más directa.
En caso de que se flexibilice la cuarentena, informa que Futuros Vinotinto se mantiene “al pie del cañón” para regresar a las canchas de manera responsable, puesto que lo más sano es permanecer resguardado.
“También hemos estudiado cómo los equipos profesionales están retornando a los entrenamientos, de forma personalizada e individualizada. Son referencias que estamos usando para estar preparados cuando tengamos la oportunidad de volver de manera responsable”, concluye.
“El uso del karategui es fundamental”
Daniel Pazos, director de Rensei Karate Dojo, cuenta que apenas empezó la cuarentena buscó todos los implementos y herramientas que utiliza día a día para impartir sus clases de karate a los niños. Movió muebles y algunas mesas de su domicilio para armar el tatami y crear la sensación de que está dentro del dojo.
Explica que su equipo de trabajo estableció rutinas y métodos de entrenamiento a través de plataformas digitales para comunicarse con sus alumnos, entre ellas WhatsApp, Zoom, YouTube e Instagram, con la finalidad de que cada uno de los estudiantes estén informados en todo momento.
“Ha sido todo un reto para nosotros. En el momento que se estableció la cuarentena, lo primero que hicimos fue comunicarnos con los padres, representantes y los mismos estudiantes para reunirnos con los instructores y el equipo de trabajo vía Zoom, en vista de que no debíamos salir de casa”, dice Pazos en exclusiva para El Diario.
Detalla que envía la información por WhatsApp y todo lo que considera importante para cada uno de sus afiliados. Incluso, creó un canal de YouTube en el que se ve reflejada todo el contenido que forma parte de los planes de entrenamiento, como katas, bunkais y todo lo que se realiza dentro del dojo.
Reconoce que lo más difícil ha sido llevar un seguimiento o una evaluación constante sobre el desempeño de cada uno de los muchachos debido a los problemas con el Internet, la luz o la misma señal telefónica. Ha optado por usar los megas del teléfono o conexiones portátiles de wi-fi.
“Es algo que se nos escapa de las manos. Más bien estamos haciendo demasiado para continuar medianamente con la rutina. Si alguien no pudo ver la clase en vivo, queda colgada en Internet. El objetivo es llevar nuestras clases a cada uno de nuestros estudiantes, darles esa bocanada de aire fresco para que ellos puedan sobrellevar la cuarentena de una manera más tranquila”, enfatiza.
Respecto a la programación de actividades, él y su equipo de trabajo se enfocan en la parte técnica, teórica y física del karate. Dictan lecciones por Zoom de tres a cuatro días a la semana. Asimismo, imparten clases entre padre e hijos, de manera que los representantes entiendan un poco más las actividades que llevan a cabo sus hijos en Rensei Karate Dojo.
“Es admirable cómo los padres incentivan a sus hijos a seguir entrenando. Es importante recordarle a la gente que no estamos de vacaciones, sino en cuarentena. Tenemos que seguir echándole pichón. La idea fundamental es llevar el karate lo más parecido a lo que hacemos en el dojo. El uso del karategui es fundamental. Al fin y al cabo esto es una disciplina”, comenta.
Otra de las alternativas a las que ha acudido Pazos ha sido sumar a varios de sus compañeros que conforman la selección nacional de karate, entre ellos Andrés Madera o César Casique, para que sean ellos quienes dirijan las clases como invitados especiales, y así cambiar ese esquema de que los estudiantes vean siempre la misma cara.
En su programa de entrenamientos estableció que las clases sean por edades. En cada una de ellas cuenta con el apoyo de cuatro a seis instructores. Si él está dictando alguna lección, los otros maestros se encargan de ver, corregir y ayudar a que el trabajo que se realiza de manera remota sea lo más parecido a lo que se hace en el dojo.
“El trabajo no se está realizando cien por ciento”
El beisbol es una disciplina que es difícil practicar desde casa, argumenta Asdrúbal Polidor, coordinador general de Dream Team 2, quien se mantiene en contacto con sus estudiantes a través de llamadas telefónicas o WhatsApp. Comenta que le asigna la responsabilidad a los padres de evaluar o comprobar el desempeño de los futuros peloteros, si ellos están cumpliendo con todas las actividades asignadas.
“Nuestro staff está en comunicación con la mayoría de nuestros prospectos. Les decimos que mientras trabajen fuerte, la constancia y dedicación marcará diferencia en su futura carrera como peloteros. Evidentemente, el trabajo no se está realizando cien por ciento, pero igual estos muchacho tienen las herramientas y las ganas de trabajar entre lo que pueden”, declara Polidor en exclusiva para El Diario.
Las modalidades o programas de entrenamiento que se envían dependen del día, de la resistencia y el lugar donde viva el estudiante, expone. En caso de que el novel jugador cuente con el espacio necesario en su vivienda, aplica un poco de trote y bateo con la bola puesta.
“Que el muchacho haga una rutina de ejercicios por niveles. La primera que sea de 25 segundos, la segunda de 20, la tercera de 15, la cuarta de 10 y la última de solo cinco segundos”, ejemplifica Polidor en cada modalidad o programa.
Con las flexiones de brazos abiertos se trabaja la escápula, los hombros y la espalda, precisa. Al medio se trabaja el tríceps, el bíceps y la zona delantera del hombro. Apunta que con los brazos cerrados, en los que se colocan las manos en forma de corazón, se trabaja la parte media, inferior y superior del pecho.
La rutina de descanso también es por niveles: en el primero tiene que tener dos minutos y medio de descanso, en el segundo dos, en el tercero un minuto y medio y en el último solo 30 segundos de descanso. “Allí se trabaja la resistencia y la fuerza”, justifica.
“Luego de eso pueden hacer 500 abdominales, trabajando un día con peso y un día sin peso. También pueden hacer 100 flexiones en serie, dependiendo de cómo él pueda hacerlas: de 10 en 10, de 20 en 20 o máximo de 25 en 25”, culmina.
“Nos gusta mantenernos positivos”
Karina Tovar, directora de Fit Academy Tovar, trabaja con sus gimnastas vía online, al igual que el resto de los entrevistados. La parte teórica de sus actividades las envía por Whatsapp, mientras que el lado práctico lo ejecuta a través de Zoom.
“La cuarentena empezó un sábado (14 de marzo) y ya el lunes (16) de la semana siguiente ya yo les estaba mandando videos a mis niñas para que practiquen en la casa. Se crearon grupos de WhatsApp por niveles, para que cada gimnasta sepa cuáles son los ejercicios que van a ejecutar. Después implementamos las clases por Zoom”, expresa Tovar en exclusiva para El Diario.
En WhatsApp se asignan actividades físicas de refuerzo, incluyendo el manejo del implemento, la música de fondo para cada composición y videos que ejemplifican las dificultades de los ejercicio para que practiquen en sus hogares.
“Una manera muy eficaz son los retos que hacemos vía Instagram. Tenemos uno que se llama Reto Gimnástico 2020, en el cual la gimnasta sube su video de una composición; nos menciona, nosotros la reposteamos y así vemos su rendimiento. Premiamos a una ganadora por like y una ganadora por ejecución y técnica del ejercicio. Es una evaluación muy interactiva y divertida”, añade.
Destaca que la academia descontó 40% del costo de la matrícula como un aporte rentable y accesible para las familias del Team Fit Academy Tovar. De hecho, organizó una copa virtual de gimnasia rítmica para junio, en la que busca patrocinantes, con el objetivo de que las niñas tengan una meta por cumplir.
“Nos gusta mantenernos positivos, aún con las dificultades técnicas. Mantenemos el contacto y buscamos todas las formas posible para que les llegue la información a las niñas y a los representantes, todo en pro al deporte venezolano y a las actividades físicas que nos brinda mucha salud”, finaliza.
La cuarentena mantiene con las puertas cerradas a las escuelas o academias deportivas en Venezuela. A pesar de los problemas con la energía eléctrica, la poca señal en los dispositivos móviles o la falta de conexión a Internet, Ramzi Souki, Daniel Pazos, Asdrúbal Polidor y Karina Tovar se reinventan con sus lecciones gracias a la tecnología, en espera de que los futuros atletas mantengan sus condiciones físicas para cuando finalice el estado de alarma.