Una pasión que va más allá de 18 hoyos
Jhonattan Vegas es el primer venezolano en participar en un
PGA Tour y el único en conquistar un campeonato de semejante envergadura
MANUEL ALEJANDRO RAMÍREZ | @manuramirez95
En el mundo del deporte existen distintas
actividades físicas, y de carácter competitivo, que son conocidas y practicadas
en cada rincón del planeta.
El
golf es una de ellas, pese a que para algunas personas sea visto como un simple
pasatiempo que no requiere esfuerzo alguno.
Inglaterra,
Italia, Francia, Holanda y China fueron los grandes impulsores de este deporte; sin embargo, sus orígenes se desconocen con certeza.
Se dice que sus inicios partieron durante
la edad media, específicamente en Escocia, donde la reina María I lo habría
puesto en práctica.
Bobby Jones, uno de los mejores golfistas de todos los tiempos, lo calificó
como “un placer” y no una profesión. “Que yo sepa, el golf es el juego que se
hace más difícil, mientras más lo juegas”, es una de sus frases más recordadas.
El inicio del nuevo deporte
El golf en Venezuela nació a comienzos del
siglo XX en las Barrancas, Caracas. El terreno se terminó de construir en 1918
y el 23 de febrero de ese mismo año se fundó el Caracas Golf Club. Seis años
más tarde, germinó el Maracaibo Golf Club.
En 1928, comenzó la búsqueda de otros
espacios para construir canchas de golf. Dos años después, el Caracas Golf Club
cambió a Caracas Country Club y se creó el primer campo de 18 hoyos en el país.
El legendario Manolo Bernández, quien
ostenta la marca de 61 golpes para una vuelta de 18 hoyos, es el único golfista
que arribó al Salón de la Fama de Venezuela, luego de acaparar el título por
varios años en la década de los 50.
A partir de 1964, el nombre de Ramón
Muñoz comenzó a
tomar fuerza en los parques verdes. En aquel entonces, un joven de piel canela
impuso su dominio en 17 campeonatos nacionales.
Muñoz también participó 18 veces en el
Campeonato Mundial de Golf.
En
los años 70, la disciplina había alcanzado su consolidación, debido a que se
disputó la Copa Simón Bolívar y el Mundial de Golf.
Para los años 90, Gilberto Morales y
Verónica Felibert empezaron a llenar los ojos de cada espectador y se
postularon como las dos jóvenes promesas de esa época, aunque no terminaron de
explotar su talento.
La erupción de un volcán
En 2009 surgió un mito, el gran baluarte
del golf nacional. Un muchacho oriundo de Maturín, llamado Jhonattan
Vegas, hizo historia al convertirse en el primer criollo en
asistir a un PGA Tour, el circuito más significativo de la mencionada
disciplina en Estados Unidos.
Vegas, graduado en quinesiología en la
Universidad de Texas, sacó pecho y levantó el Abierto de Argentina y el
Preferred Health Systems Wichita en 2010.
Al siguiente año, se bañó de gloria al
darle la primera victoria a Venezuela en un torneo PGA, tras conquistar el Bob
Hope Classic.
De los nueve latinos de la disciplina que
formarán parte de los venideros Juegos Olímpicos, Vegas es el único criollo que
dirá presente en la cita, con el objetivo de dejar la nación en alto y por qué
no aspirar a un podio.
En fin, el
golf es considerado como una actividad apasionante e interesante que más allá
de ser un juego de precisión, “es un deporte que no discrimina en cuanto a
contextura física”, según Eduardo Pérez París,
editor en jefe de la revista venezolana Fairway.
Fairway, destinada a “promover la disciplina
en todas sus aristas y valores que le son característicos y distintivos”,
circula en Colombia y Panamá, y la meta es internacionalizarla con una versión
en inglés para fortalecer el producto.
Pérez París, quien también es asesor de la
Federación Venezolana de Golf (FVG), piensa que “el golfista es un atleta
completo que entrena y trabaja más horas que un beisbolista”.
El hombre de lentes y complexión delgada
supone que este es el único deporte que se puede hacer a cualquier edad,
sin importar la clase social.
Por otro lado, el golf funciona como un
mediador para llevar a cabo todo tipo de negocios. Expresidentes de Venezuela
como Isaías Medina Angarita y Rómulo Betancourt estuvieron de acuerdo con la
práctica de dicha actividad.