100 horas de oscuridad: la pesadilla que provocó el apagón en Venezuela
Un joven de Petare fue a trabajar sin bañarse, con la última muda de ropa limpia que quedaba; con el estómago vacío y con callos en los pies, puesto que caminó numerosas cuadras ante la falta de transporte MANUEL ALEJANDRO RAMÍREZ | @manuramirez95 Cuando la noche lucía más oscura no había deseo más grande que el amanecer. El brillo de algunas estrellas era la única fuente de luz que se apreciaba en el entorno. La delincuencia aprovechaba el momento para transformar la tensa calma en un verdadero tormento. Cuatro noches consecutivas sin luz envolvieron el sur de Petare, entre ellos el sector El Morro, donde, además, los vecinos carecen del servicio de agua desde hace un par de semanas. Sin mencionar que se requieren, al menos, 600 bolívares (en ese entonces) para subir y bajar en autobús. Fueron días caóticos, pero el deber y la responsabilidad por cumplir con la jornada de trabajo era inminente. Un joven de 24 años de edad (sí, yo) tuvo que salir a traba